El llamado del abismo

De pie, frente a un abismo que la nombra
una mujer está cambiando.
Sabe que jamás será la misma
y se deja seducir.

“Veo tu rostro
y no te temo
para esto nací”.

Mira hacia atrás y ve su historia:
caminos pedregosos y
estrechos,
la carga en sus hombros.
Luchas.
Miedos.
Demonios.

Todo eso se transforma ante sus ojos.
Ahora son aliados.
Sustento.
Fuerza.

“Me lanzo.
No hay vuelta atrás”

Cae en una danza.
La oscuridad es un velo
acariciando su cara.
Lento.
Muy lento.

“Caigo.
Floto.
Vuelvo”

El abismo todo lo transmuta.
Es un canal de parto al revés
Que se vuelve hacia sí mismo
y la devuelve a la tierra
desconocida y salvaje,
que es el centro de su ser.

Por Carolina Luciano Sánchez

Pintura: Still a Tadpole, Already a Frog  de Irene Hardwicke Olivieri

6 Respuestas a “El llamado del abismo

  1. Los abismos , cuanto miedo dan al principio y que dulces se vuelven después. Que perfecta expresión del proceso de crecimiento interior.
    Bendita seas

  2. Gracias querida,
    Así es. Bendiciones.

  3. Extraordinaria, cada vez estas sacando paqueticos y de los bueno.
    La imagen me gusta muchísimo, se ve y se siente las sombras que habitan el ser. Ahooooooooooooooo

  4. Caigo al abismo, me desplomo, me desborono, me transmuto…

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